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Dr. Andrey Moreno Torres - Cirujano de Cabeza y Cuello

Quimioterapia, radioterapia o yodoterapia: ¿Cuál es la mejor opción de tratamiento?

Quimioterapia, radioterapia o yodoterapia: ¿Cuál es la mejor opción de tratamiento?

Quimioterapia, radioterapia o yodoterapia: ¿Cuál es la mejor opción de tratamiento?

El cáncer es una enfermedad compleja que no tiene establecido un estándar único de tratamiento, siempre dependerá del tipo de cáncer, etapa en qué se diagnostica, necesidades del paciente y otra serie de parámetros que le ayudarán al médico (en conjunto con el paciente) a decidir cuál es la mejor opción para su caso particular.

Cuando tú o un ser querido reciben un diagnóstico de cáncer, es normal que muchos pensamientos e interrogantes pasen por tu mente, principalmente: ¿Qué tan grave es esto?, ¿qué significa esto para mi futuro? y ¿cómo es realmente el tratamiento?

Al referirse al tratamiento, es posible que escuches las palabras «quimioterapia», «radiación» o “yodoterapia”. Tal vez tu médico sugiera una combinación de algunos, por eso es importante que entiendas en qué consiste cada opción y qué esperar de cada una de ellas.

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Contenidos

¿Qué es la quimioterapia?

La quimioterapia, o quimio, es un proceso en el cual se utiliza una serie de medicamentos para tratar el cáncer. Se trata de un tratamiento «sistémico», en el que se suministran fármacos fuertes por vía oral o inyectable para eliminar las células cancerosas.

Los medicamentos utilizados variarán según el tipo y la etapa del cáncer, así como la edad y la salud del paciente. El objetivo de la quimioterapia es detener la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

La quimioterapia se puede administrar como un procedimiento ambulatorio, en un hospital, en el consultorio de un médico o incluso en casa del paciente, de cualquiera de las siguientes maneras:

  • Inyectables en las venas o arterias
  • Medicamentos orales
  • Inyección en algunas zonas del cuerpo (como el abdomen)
  • Aplicación directa de la piel

Este tratamiento se administra en ciclos, cada uno seguido de un período de descanso para que las células normales del cuerpo puedan recuperarse. Un ciclo puede ser una dosis seguida de días o semanas sin tratamiento, dependiendo del tipo de medicamento que se suministre y de los objetivos perseguidos.

Cuando se utiliza más de un medicamento, el plan de tratamiento determinará con qué frecuencia y cuándo debe administrarse cada tipo. La cantidad de ciclos que recibirás puede planificarse antes de que comience el tratamiento, según el tipo y la etapa del cáncer, pero en ocasiones se deja espacio para ir ajustando el programa según la evolución de la enfermedad y la respuesta del paciente.

Efectos secundarios de la quimioterapia

Los efectos secundarios de la quimioterapia varían y dependerán del tipo de medicamento utilizado, la cantidad suministrada, la frecuencia y la salud general de cada paciente. Aunque la quimio es un tratamiento para combatir el cáncer, por lo general también se ven afectadas células sanas lo que causa un deterioro de la salud.

Al tratarse de un compuesto creado para combatir células de rápido crecimiento, otro tipo de células normales (que también son de reproducción acelerada) se ven afectadas, tales como:

  • Células formadoras de sangre en la médula ósea, produciendo anemia, mayor riesgo de infección y sangrado.
  • Folículos pilosos, lo que causa la caída temporal del cabello.
  • Células en la boca, tracto digestivo y reproductivo, ocasionando náuseas, pérdida de apetito, estreñimiento, diarrea.

Algunos medicamentos de quimioterapia pueden dañar las células del corazón, los riñones, la vejiga, los pulmones y el sistema nervioso. Tu médico vigilará de cerca la reacción ante el tratamiento y puede recetarte medicamentos para proteger las células normales de tu cuerpo, así como otros fármacos para ayudar a aliviar los efectos secundarios.

¿Qué es la radioterapia?

La radioterapia es un tratamiento local que utiliza partículas u ondas de alta energía para destruir o dañar las células cancerosas.  Este procedimiento se administra mediante un equipo especial que envía altas dosis de radiación a las células cancerosas o al tumor.

Aunque puede realizarse por sí sola, la radioterapia con frecuencia se combina con la quimioterapia como un programa integral de tratamiento del cáncer. Una de las ventajas de este método, es que se suministra de manera centralizada afectando únicamente a la parte del cuerpo donde se ubica el tumor.

¿Cómo se administra la radioterapia?

La radiación se puede administrar de dos maneras: interna o externamente.

Externa: la radiación de haz externo se administra desde una máquina y es muy similar a realizarse una radiografía de tórax. La mayoría de las personas reciben tratamiento cinco días a la semana durante una a 10 semanas, según el tipo y la ubicación del cáncer, su estado de salud general y otros factores. El tratamiento solo toma unos minutos, y generalmente no se administra durante el fin de semana.

Interna: la radiación que se coloca dentro del cuerpo se llama radioterapia interna o braquiterapia. Una fuente radiactiva, llamada implante, se coloca directamente en el tumor o cerca del tumor. Esto emite grandes dosis de radiación directamente a la fuente del cáncer.

Los implantes pueden parecerse a un alambre o semillas y pueden ser retirados después de un periodo de tiempo o permanecer en el cuerpo para siempre, sin embargo, independientemente del tipo, solo emitirán radiación durante algunas semanas o meses tras los cuales se puede volver a las actividades normales sin restricciones especiales.

Efectos secundarios de la radioterapia

Al tratarse de un procedimiento centralizado, la radioterapia no suele causar efectos secundarios sistémicos y solo afecta el área tratada. Los efectos secundarios comunes de la radioterapia incluyen:

Problemas de la piel: Algunas personas que reciben radioterapia experimentan sequedad, picazón, ampollas o descamación. Generalmente, estos desaparecen unas pocas semanas después de que se termina el tratamiento.

Fatiga: La fatiga se describe cómo sentirse cansado o agotado casi todo el tiempo, pero dependerá de su plan de tratamiento. Por ejemplo, la radioterapia combinada con quimioterapia puede provocar más fatiga.

Efectos secundarios a largo plazo: La mayoría de los efectos secundarios desaparecen después del tratamiento, pero algunos continúan, vuelven, o se desarrollan más tarde. Estos se llaman efectos tardíos. Un ejemplo de esto es el desarrollo de un segundo cáncer, que puede ser desencadenado por el tratamiento original contra el cáncer. El riesgo de este efecto es muy bajo,

¿Qué es la yodoterapia?

La terapia con yodo radioactivo (I-131 o RAI) es un tratamiento de medicina nuclear, donde se utiliza este isótopo de yodo para combatir algunos cánceres de tiroides, específicamente el cáncer de tiroides papilar y en algunos  casos el folicular, teniendo en cuenta que su respuesta es menor.

Para que la glándula tiroides produzca hormona tiroidea, el primer paso en el proceso es que las células tiroideas «absorban» el yodo del torrente sanguíneo. Lo cual hacen las células tumorales  que son muy parecidas a las normales  en la mayoría de los casos.  Y de esta forma él yodo  radiactivo (en forma de I-131), que es tóxico para las células las lleva a su destrucción. Este tipo de terapia no es invasiva y tiene pocos efectos secundarios sobre otros sistemas, ya que ataca únicamente a las células que absorben yodo, en este caso las células tiroideas.

¿Cómo se administra la yodoterapia?

La yodoterapia funciona ingiriendo una pequeña dosis de yodo radiactivo I-131, generalmente a través de una cápsula suministrada por vía oral. Al ingresar al sistema, él yodo se absorbe en el torrente sanguíneo y se concentra en las células tumorales donde comienza a destruirlas.

¿Cómo se elige la opción de tratamiento ideal?

Cuando se ha confirmado el diagnóstico de cáncer, tu cirujano de cabeza y cuello o médico endocrinologo te propondrá un plan para tratarlo. Entre la cirugía, la yodoterapia y otras herramientas,

¿cómo se elige lo que más te conviene?

Muchos factores entran en juego cuando se está eligiendo un plan de tratamiento, pero por lo general hay tres elementos principales que los médicos sopesan:

  1. El cáncer en sí: Los médicos revisarán todos los resultados de tus pruebas para descubrir qué tan «agresivo» es el cáncer. Los cánceres que se detectaron en forma temprana generalmente necesitan menos tratamiento (o menos agresivo) que los más avanzados, que podría requerir un plan más complejo.
  2. Tu salud en general: Los médicos considerarán tu edad y cualquier otro problema de salud que tengas. Comprender qué tan frágil o robusta es una persona se vuelve importante cuando se habla de opciones de tratamiento.
  3. Tus deseos: Es importante tomar en cuenta los deseos del paciente al momento de elegir un plan de tratamiento. Algunas personas pueden preferir un plan más suave para evitar cirugías o potenciales efectos secundarios, mientras que otras pueden querer optar por opciones más agresivas pero que quizás aseguren mayor efectividad y menos probabilidades de reaparición.

Una vez se obtiene una idea clara de tu historia clínica, tú y tu médico de cabeza y cuello decidirán los objetivos principales de tu plan de tratamiento. Conocer un poco cada opción, te ayudará a participar activamente en las decisiones de tu salud, sentirte cómodo con la decisión y saber qué esperar en cada caso. Si te gustó este artículo, déjanos saber en los comentarios ¿qué opción de tratamiento te parece más beneficiosa y por qué?

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