
¿Por qué da cáncer a pesar de llevar una vida saludable?
La prevención es una de las herramientas fundamentales para luchar contra el cáncer, sin embargo, es fácil cuestionarse si realmente vale la pena esforzarse por mejorar los hábitos cuando escuchamos historias de personas que llevaban un estilo de vida saludable y, aun así, desarrollaron la enfermedad.
Si te estás preguntando si realmente es importante modificar tus hábitos alimenticios, de actividad y estilo de vida para prevenir esta enfermedad, en este artículo te contamos por qué una persona saludable también puede desarrollar cáncer.
¿Por qué da cáncer?
El cáncer es una enfermedad compleja que tiene muchas formas de presentarse, no obstante, el factor común es el crecimiento acelerado y descontrolado de células en el cuerpo humano.
Puede desarrollarse a cualquier edad, en cualquier grupo étnico y sin distinción de género. si bien es cierto existen factores que predisponen o aumentan el riesgo de desarrollar un carcinoma, no hay una causa única y precisa que determine quién lo padece y quién no.
Entre los tipos de cáncer más comunes están el cáncer de mama, cáncer de tiroides, cáncer gastrointestinal, cáncer de cuello uterino , cáncer de próstata y cáncer de piel.
Principales causas del cáncer
Las causas del cáncer pueden ser múltiples y en la mayoría de los casos no se puede atribuir la enfermedad a un solo factor. No obstante, es posible agrupar las principales causas en los siguientes tipos:
- Factores biológicos o internos, como edad, sexo, defectos genéticos hereditarios y tipo de piel.
- Exposición ambiental, por ejemplo, a radón y radiación UV, y partículas finas.
- Factores de riesgo ocupacional, incluidos los carcinógenos, como muchos productos químicos, materiales radiactivos y asbesto.
- Factores relacionados con el estilo de vida.
Si bien algunos de estos factores no podemos controlarlos porque son inherentes a nosotros y a nuestra genética, muchos otros podemos disminuirlos o evitarlos para mejorar nuestras probabilidades.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que del 30 al 50 por ciento de todos los cánceres se pueden prevenir, mientras que el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer, señala que el 20 por ciento de los cánceres podrían prevenirse si las personas siguieran específicamente ciertos comportamientos de estilo de vida.
¿Por qué un estilo de vida saludable no es suficiente?
Como mencionamos antes, existen diferentes factores que influyen en el desarrollo del cáncer. Aunque una persona puede disminuir su porcentaje de riesgo, nada asegura que estará siempre sana.
Esto se debe a que existen elementos de la genética y la herencia que no podemos controlar o cambiar, y en otros casos, hasta el ambiente donde vive un individuo podría ser determinante, ya que posible estar expuesto a contaminación y sustancias carcinógenas sin ser consciente de ello.
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Cáncer y genética
Los genes son fragmentos de ADN que dirigen el funcionamiento y comportamiento de las células y producen las proteínas que necesitamos para funcionar. Tus genes afectan cosas como el color del cabello, el color de los ojos y la altura, pero también pueden afectar tu probabilidad de contraer ciertas enfermedades, como el cáncer.
Casi todas las células de tu cuerpo tienen todos los genes con los que naciste. Aunque todas las células tienen los mismos genes, diferentes células (o tipos de células) pueden usar diferentes genes. Por ejemplo, las células musculares usan genes diferentes que las células de la piel. Los genes que una célula no necesita están desactivados y no se utilizan, mientras que los genes que usa, son activados.
Un cambio anormal en un gen se llama mutación y pueden afectar su funcionamiento. Es decir, una mutación podría detener el funcionamiento de un gen o podría mantener un gen activado todo el tiempo (incluso cuando no sea necesario). De cualquier manera, estos cambios irregulares pueden causar problemas dentro de la célula.
Mutaciones genéticas heredadas o adquiridas
Una mutación genética heredada está presente en el óvulo o espermatozoide que formó al individuo. Cuando el esperma fertiliza el óvulo, crea una célula que luego se divide muchas veces y finalmente se convierte en un bebé.
Dado que todas las células provienen de esta primera célula, este tipo de mutación se encuentra en cada célula (incluidos los óvulos o los espermatozoides) y, por lo tanto, puede transmitirse a la próxima generación.
Por su parte, una mutación adquirida (somática) no proviene de un padre, sino que se adquiere algún tiempo después. Comienza en una célula y luego se pasa a cualquier célula nueva que se cree a partir de ésta. Este tipo de mutación no está presente en los óvulos ni en los espermatozoides, por lo que no se transmite a la próxima generación.
Las mutaciones adquiridas son mucho más comunes que las mutaciones heredadas y la mayoría de los cánceres son causados por este tipo, como es el caso del cáncer de tiroides.
Causas por las que una persona saludable puede presentar cáncer
Haces ejercicio con regularidad, llevas una alimentación saludable, natural y variada, no fumas, tampoco bebes alcohol (al menos no regularmente), descansas lo suficiente y en general tienes una vida equilibrada, ¿Cómo es posible que puedas desarrollar cáncer? ¿Por qué hay personas que se enferman y otras que no? ¿Cómo es posible que alguien que nunca ha fumado en su vida tenga cáncer de pulmón?
Antes de que renuncies a todos los buenos hábitos y dejes tu salud a la suerte, estas son algunas de las causas que podrían llevarte a padecer algunos tipos de cáncer:
- Fumadores pasivos: Quizás nunca hayas tocado un cigarrillo por iniciativa propia, pero esto no asegura que no estés expuesto al humo del tabaco. En muchos casos, al analizar el historial de personas que no eran fumadores y desarrollaron cáncer de pulmón, es común encontrar una exposición indirecta. Ya sea porque algún amigo o miembro de la familia es fumador, o porque frecuentas lugares cerrados donde se consume tabaco, tu cuerpo estará absorbiendo estas toxinas y esto a la larga podría causarte problemas de salud.
- Exceso de exposición solar: Tomar el sol en la playa o la piscina puede ser un plan estupendo para muchas personas, pero puede resultar muy peligroso para tu piel. El sol emite una pequeña cantidad de radiación que con el tiempo puede dañar tu piel y causarte mucho más que solo manchas, por eso siempre es imprescindible el uso de protector solar.
- Estrés: Las presiones de la vida moderna en muchas ocasiones desatan un estado constante de estrés, lo cual puede alterar el equilibrio hormonal del cuerpo y esto a su vez, puede alterar el normal funcionamiento de los órganos y cé Si bien las investigaciones al respecto aún no son concluyentes, cuidar tu salud mental y emocional, es parte de lo que se considera un vida saludable.
- Suplementos dietarios y píldoras “milagrosas”: Con las tendencias fitness y de vida saludable que hay en la actualidad es muy común ver productos que prometen hacer maravillas por tu salud. Sin embargo, no todo lo que diga “natural” es bueno para tu cuerpo, antes de consumir cualquier suplemento alimenticio o píldora que promete maravillas, asegúrate de conocer cada uno de los componentes que estás poniendo en tu cuerpo y si es posible consúltalo con un experto. Recuerda que ningún suplemento reemplaza una alimentación completa y balanceada.
- Exposición ambiental: Algunos tipos de cáncer son causados por la exposición a sustancias cancerígenas en el medio ambiente. Esto puede ocurrir por materiales en la construcción de los hogares y oficinas, o por la contaminación del agua y del aire, y generalmente pasa desapercibida. Si bien no tienes control directo sobre estos factores, puedes estar atento de las regulaciones gubernamentales sobre el uso de materiales potencialmente cancerígenos e intentar reducir en lo posible el contacto con dichos elementos.
¿Por qué es importante mantener hábitos saludables?
Saber que no todas las cosas dependen de nosotros puede ser decepcionante, si bien no tenemos el control de todo lo que pasa en nuestro cuerpo, tenemos que reconocer que lo que hacemos sí tiene un impacto.
Alimentarnos con una dieta variada y mayormente natural, hacer ejercicio con regularidad, evitar el sedentarismo, eliminar o reducir significativamente el consumo de alcohol y en especial de tabaco, más allá de disminuir las probabilidades de cáncer, también contribuyen a evitar otras enfermedades.
En el peor de los casos, si aun con todos estos hábitos desarrollas cáncer, tendrás una gran ventaja porque tu cuerpo estará sano y fuerte y podrá luchar de mejor manera contra la enfermedad. Aunque no lo creas, la condición física es fundamental para que tu cuerpo resista los tratamientos y se pueda regenerar con mayor rapidez, aumentando en consecuencia tus probabilidades de tener una recuperación completa.
En el caso de los cánceres de cabeza y cuello, la correlación entre los hábitos y la enfermedad es mucho más cercana. Un gran porcentaje de consultas que reciben los cirujanos de cáncer de cabeza y cuello, están vinculadas con antecedentes de tabaquismo, por lo que se trata de cánceres que quizás podrían haberse evitado.
Tu cuerpo es tu templo y solo tienes uno, cuídalo y dale las mejores herramientas para que te permita llevar una vida sana y feliz, independientemente de los retos que se te presenten en el camino.
Si te gusto este artículo, escribe en los comentarios, ¿Qué hábitos saludables has adquirido recientemente para mejorar tu estilo de vida?