Ayudar con masajes manuales y ultrasonido a moderar la inflamación de los tejidos.

Prevenir la fibrosis generada por la intervención quirúrgica.

Prevenir la formación de nódulos indeseables que afecten el proceso de cicatrización.

Con el drenaje linfático acelerar la absorción de edema, así como el tratamiento de la equimosis.

Disminuir las molestias generadas por los cambios tras la cirugía de cabeza y cuello.

Acelerar la recuperación de los tejidos y la sensibilidad de la piel.

Evitar el enrojecimiento y engrosamiento de la cicatriz con ello evitar la formación de queloide.

Mediante el ultrasonido evaluar el nervio laríngeo recurrente mediante la movilidad de cuerdas bucales y glándula tiroides.

Incrementa la actividad metabólica celular, aumenta el drenaje linfático.