Saber actuar en momentos difíciles y cómo ayudar a alguien con cáncer es una cadena de actitudes que aportan al cambio de las distintas perspectivas que tenemos a nuestro alrededor; y cuando se trata de algún amigo o familiar que padece un tipo de cáncer, arreglar el panorama resulta más complejo.
Por eso, es importante tener en cuenta algunos factores que ayudarán a tranquilizar el ambiente, tanto para el afectado directo, como para quien quiere hacer compañía y ayudar de la forma correcta. De esta manera a continuación te doy unos consejos sobre cómo ayudar a alguien con cáncer.
Antes que nada, cabe resaltar que cada experiencia de cáncer es diferente. Todos los organismos actúan de manera especial y particular, y es esa la razón por la cual comparar experiencias puede ser un arma de doble filo. Si tienes un(a) amigo(a) o familiar al que quieras ayudar, al comparar historias paralelas, evita hacer relación directa de los hechos con su propia situación. Esto hará que el paciente se deje llevar por “experiencias compartidas” y entorpezca su propio proceso.
Mantente en contacto discreto pero frecuente, de distintas maneras. Envíale mensajes de texto, hagan video-llamadas, visítalo(a); haz que sienta tu compañía sin irrumpir demasiado en su día a día. Aunque para ellos(as) es importante la presencia de sus seres queridos, también es clave dejarlos descansar. La persona con cáncer también puede presentar estrés y problemas emocionales, lo que aumenta al agotamiento; por eso es indispensable cargarte de positivismo y prudencia para cada encuentro.
Mantenerte informado(a) y transmitirle lo que conoces sobre la enfermedad, no está de más. Estas es una manera efectiva de trasmitir confianza y saber cómo ayudar a alguien con cáncer. Aún así, debes aprender a seleccionar las fuentes de las que recibes información y a dosificarla al ritmo que tú necesites. No todas las fuentes de información son válidas. Por eso, te sugerimos que aprendas a manejar la información, a obtener la que tú necesitas y a interpretarla para poder tener control de cada manifestación y prestar auxilio en momentos de alta complejidad en la enfermedad. Estar bien informados es básico para empezar a afrontar la enfermedad de la forma correcta.
También te puede interesar: Tranquilo, no estás solo
Así mismo, es bueno saber suministrar la información que vas conociendo, tanto para el resto de familiares, como para el paciente. La información que le demos a nuestro ser querido va a depender de cómo sea él o ella. Hay personas que necesitan conocer todo sobre su enfermedad, otros sólo quieren oír lo imprescindible o pueden no querer saber nada. Así que entender la particularidad de cada quién puede ser una buena estrategia a la hora de saber cómo ayudar a alguien con cáncer.
La paciencia, empatía, voluntad, firmeza, buena memoria y el silencio oportuno, serán aliados indispensables a la hora de aportar al paso por la enfermedad de esa persona importante. Son armas poderosas en contra de síntomas como la pérdida del cabello, incluidas las cejas y pestañas, los cambios en los sentidos del gusto o el olfato, náusea y vómito, la falta de sueño y concentración, entre otras muchas manifestaciones que jugarán un papel importante en la asimilación de la enfermedad.
Por otro lado, las sonrisas, certezas, la calma, alegría, valentía, la perseverancia y la maleabilidad que puedas aportar al paciente serán indispensables para sopesar los efectos psicológicos como la incertidumbre, enojo, sentimiento de pérdida de control, tristeza, miedo, frustración, cambios de humor, etc. Es importante que tengas en cuenta que es una situación en la que se da con mayor facilidad la aparición de sentimientos más fuertes o más intensos; en la medida en la que puedas poseer actitudes líquidas que te permitan adaptarte a las situaciones difíciles podrás aportar más a tu acompañamiento.
Claro está que no todo lo que sucede al paciente es desfavorable, el cáncer es impredecible, y como lo dijimos al inicio, no se manifiesta de la misma forma en todos los organismos. Los sentimientos y emociones positivas también estarán, razón por la que verás en el paciente, un mayor sentido de capacidad de recuperación o fortaleza, paz, o una sensación de tranquilidad, una idea más clara de sus prioridades en la vida, una apreciación mayor de su calidad de vida y de las personas que quieren, entre otras cosas que favorecerá el ambiente.
Y por último pero no menos importante, no dejes que pase el tiempo a pasos agigantados antes de dar el primer paso para acercarte. Recuerda que el tiempo puede provocar la imposibilidad de expresar emociones y sentimientos, tanto en el enfermo como en los suyos; Este hecho es bastante crucial para la aceptación de la enfermedad ya que puede causar la falta de confianza del paciente a la hora de expresarse, la pérdida de la sensación de control del paciente ante la enfermedad y los tratamientos, el aislamiento y la tristeza como consecuencia de los puntos anteriores y la consiguiente falta de comunicación entre todos los afectados que lleva consigo la aparición de la “conspiración del silencio” entre ellos.
Recuerda acercarte a un profesional de la salud que lleva el caso de tu familiar o amigo(a) con el fin de estar lo mejor informado posible y brindar el acompañamiento y cariño de la mejor manera.
No comment yet, add your voice below!